Soy Marlen Amador, y quiero compartir contigo mi historia, una historia de transformación y resiliencia.

Mi deseo es que mi experiencia sea una fuente de inspiración para todas las mujeres que hayan enfrentado la violencia en cualquier forma.
Quiero que sepas que sin importar dónde te encuentres, siempre hay una salida y la posibilidad de cambiar tu mentalidad y tu vida.

Mi historia es un testimonio de que, sin importar las circunstancias, puedes encontrar la fortaleza dentro de ti misma para pedir ayuda y buscar un camino hacia una vida más feliz, amorosa y armoniosa.

Desde temprana edad, mi hogar y mi familia estuvieron marcados por la violencia, tanto física como verbal. Los insultos y los maltratos eran una parte común de mi crianza, y este fue el legado que heredé.

Cuando cumplí 16 años, creí que estaba tomando la mejor decisión al escapar de la violencia en mi hogar, al unirme a alguien más. Sin embargo, inconscientemente caí en una relación que repetía los mismos patrones de violencia a los que había sobrevivido en mi infancia. Este nuevo hogar no conocía la palabra "respeto", y me encontré atrapada en una relación marcada por la violencia física y verbal.

Trágicamente, este hombre que entró en mi vida acabó arrebatándome a mi hermano. Este período de mi vida culminó a los 23 años, cuando él falleció.
Esta experiencia me hizo dudar de mi fe en Dios,
ya que parecía que me había abandonado mientras veía a mi hermano y a mi expareja, sin vida, en un ataúd. Sin embargo, cuando decidí emprender un nuevo camino, mi vida comenzó a cambiar. Opté por emigrar a los Estados Unidos con el apoyo de mi hermano. Aunque los primeros años fueron extremadamente difíciles, viviendo en un garaje con mis hijos durante un año, decidí tomar las riendas de mi vida.

Incluso después de una nueva relación y casarme de nuevo, me encontré en una situación que repetía patrones tóxicos. Mi nueva pareja era alcohólica y violenta, y nuevamente estaba lidiando con la sombra de la violencia. Caí en la dependencia emocional y me sumí en la depresión y la ansiedad.

Lo que no permití en esta relación fue el maltrato físico, pero el maltrato verbal persistía. Sin embargo, hoy en día, estoy trabajando en mejorar mi relación y en el respeto mutuo. He aprendido a reconocer mi propio valor y he fortalecido mi autoestima.

Tras ser despedida de mi trabajo, tuve tiempo para la reflexión. Me di cuenta de que necesitaba ayuda y comencé a buscarla. Comencé a invertir en mí misma, a educarme, a ver videos, a leer libros y a certificarme en campos de crecimiento personal y profesional. Descubrí la necesidad de cambiar mis creencias, amarme más y mejorar mi autoestima.

Hoy puedo decir que soy una Life Coach Profesional, una emprendedora en los Estados Unidos, una madre y una mujer decidida a seguir creciendo y a ayudar a otras mujeres a fortalecer sus mentes y autoestima.

Soy una mujer que ha conocido el perdón, que ha sanado y se ha perdonado. Puede que no haya podido cambiar mi pasado, pero el presente y el futuro están en mis manos. Estoy comprometida a seguir subiendo peldaños, a romper con patrones familiares de violencia y a vivir en amor y armonía.

La vida es lo que decidimos que sea, y quiero dejar un legado para mi familia: un legado de amor y armonía, rompiendo con ciclos de violencia y maltrato. Estoy decidida a ser un ejemplo para mis hijas y para todas las mujeres que deseen transformar sus vidas.